En la actualidad, la agricultura enfrenta grandes desafíos, como la reducción del suelo para cultivo, los peligros de la gran industria para el calentamiento global o la optimización de los recursos que se utilizan en estas labores. Ha sido un largo camino: la agricultura antiguamente exigía el empleo de animales para su producción y de métodos manuales para el monitoreo, los cuales resultaban poco eficientes: para cuando se descubría un problema en el crecimiento de los frutos, ya era demasiado tarde.
Con el objetivo de lograr una agricultura más precisa, económica y limpia, en los últimos años se ha logrado implementar una serie de soluciones tecnológicas innovadoras que ya están ayudando a muchos agricultores en todo el mundo a mejorar sus prácticas de monitoreo y, así, lograr mejores resultados.
Los sensores agrícolas son uno de esos dispositivos que están llevando a la agricultura al siguiente nivel, y aquí te contamos por qué.
Sensores para agricultura
Una de las innovaciones que ha ido tomando fuerza en este rubro es el uso de distintos sensores de monitoreo, diseñados para controlar todas los factores que pueden influir en el buen desarrollo de las plantas.
Este trabajo está basado en sensores agrícolas (por ejemplo, un monitor de cosecha), que captan información en tiempo real sobre los frutos y el ambiente, entregando datos relevantes como la humedad del suelo y de la atmósfera, la temperatura, el nivel de luz recibido, entre otros.
Gracias a estos dispositivos, hoy por hoy podemos obtener información precisa y en tiempo real sobre las condiciones que afectan a nuestros cultivos en cualquier momento e incluso estando en casa, gracias a la integración de estos datos en la nube, facilitando la toma de decisiones tanto urgentes como pasivas.
Conociendo los sensores de crecimiento de la fruta
Entre la gran variedad de sensores para agricultura que usamos actualmente, uno de los más destacables es el que permite llevar registro preciso sobre el tamaño que tienen las frutas en cada etapa de la vida de la planta.
Este dispositivo, en particular, permite evaluar el crecimiento de la fruta a través del análisis de datos tanto del ambiente como de la planta, permitiéndonos corregir variables como el estrés hídrico, que puede afectar su desarrollo.
Esto resulta fundamental, ya que la falta de agua puede desacelerar e incluso frenar el desarrollo de los frutos, mientras que un exceso de agua también puede ser un impedimento para lograr una buena cosecha.
¿Cómo funcionan los sensores de fruto?
Este tipo de monitor de cosecha, que se instala de manera no invasiva, cuenta con un sistema de fijación anti desplazamiento, que permite sujetar el fruto y recabar los datos como su diámetro y el estado hídrico de la planta, todo esto sin que el fruto tenga que soportar el peso del dispositivo.
Estos sensores de monitoreo se pueden utilizar en casi todo tipo de frutos, ya que se puede ajustar tanto a alimentos pequeños como a otros más grandes, como sandías y melones, sin provocarles ningún tipo de daño ni estrés.
Así, esta innovadora tecnología es capaz de cruzar toda esa información con los datos obtenidos del ambiente para que podamos consultarla en todo momento, lo que nos permite tomar oportunamente las decisiones necesarias para garantizar el buen estado de las plantas a través de medidas preventivas o correctivas.
¿Por qué contar con sensores de crecimiento de frutas?
Si ya contamos con la tecnología necesaria para mejorar la eficiencia y rentabilidad de los cultivos, ¿por qué no usarla? Actualmente, estos servicios prometen un detallado y confiable monitoreo e integración de datos, para que puedas analizar la información y optimizar la gestión de las plantaciones.
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