El manejo de suelos agrícolas es una práctica que ha evolucionado mucho con los años. Antes, lo normal era la gestión rudimentarias que, a falta de tecnología y equipamiento, era la única forma que los agricultores conocían para seguir produciendo.
Algunas de estas técnicas manuales, como el volteo, causan daños a la estructura del suelo y por eso han sido reemplazadas progresivamente por técnicas más funcionales. Hoy se cuenta con nuevos métodos que permiten mejorar la productividad, la eficiencia en el manejo de plagas y la toma de decisiones, haciendo de la gestión de suelo para uso agrícola un proceso más inteligente.
Importancia del manejo de suelos agrícolas
El suelo para uso agrícola debe mantener ciertas condiciones para asegurar la producción (humedad, nutrientes, temperatura, PH, y otros). La gestión de suelos incluye muchas prácticas cuyo objetivo final es garantizar que la tierra presente estos requerimientos.
Al mismo tiempo, se busca mejorar la productividad del suelo, que significa producir más con menos recursos. Para conseguirlo se debe evitar la degradación, que es la pérdida total o parcial de la capacidad del suelo para alojar vida.
Hay muchas causas detrás de la degradación del suelo, las principales son:
- La actividad agro ganadera y forestal indiscriminada.
- El desarrollo industrial.
- Las actividades de extracción.
- Ciertas actividades de ocio que implican riesgos de contaminación o erosión.
Lastimosamente, en Chile tenemos un serio problema de degradación donde el 76% de la superficie del país presenta algún tipo de erosión o desertificación. Esto tiene que ver en parte con las sequías, que cada año son más prolongadas, y el aumento en la temperatura que viene con el cambio climático.
Por todo esto, es muy importante que la gestión del suelo agrícola en Chile sea un proceso consciente, moderno y que permita realizar un manejo productivo sin contribuir a la degradación.
Además, considerando las circunstancias actuales, el manejo debe ser responsable en cuanto al uso de agua, pero evitando que la racionalización perjudique los cultivos.
¿Cómo mejorar la gestión de suelo agrícola en Chile?
Laboreo vertical
Una técnica que ha demostrado ser efectiva es limitar las labores de alteración del suelo a aquellas de tipo vertical, y dejando al menos el 30% del terreno protegido con restos vegetales. El objetivo es que los residuos eviten el daño sobre la estructura del suelo que la maquinaria causaría al pasar.
Gestión mejor el abono
Racionalizar los productos químicos e incorporar el uso de materia orgánica al suelo también es importante. La idea es optimizar los procesos de fertilización evitando el exceso de nitrógeno que viene con el uso exagerado de fertilizantes.
Además, el nitrógeno contribuye al cambio climático, que hace aumentar la temperatura global y afecta gravemente la producción agroindustrial, sobre todo en un país como Chile, donde se espera que cada vez llueva menos.
Tecnología de monitoreo y trazabilidad
El uso de sensores y herramientas de monitoreo nos permite medir variables ambientales que son críticas para la productividad del suelo, como la humedad, el CO₂, la conductividad eléctrica, entre otros.
TrackitAgro es un sistema moderno con el cual podemos centralizar toda esta información en una plataforma en la nube, a la cual podemos tener acceso en cualquier momento y lugar. La plataforma nos entrega una visión global de la operatividad de nuestros cultivos y todos los datos necesarios para tomar mejores decisiones.
De este modo, TrackitAgro es una solución integral para controlar variables agrícolas que no altera negativamente el estado del suelo. Al contrario, también nos ayuda a optimizar los caudales de riego y entender mejor la situación fitosanitaria del terreno para evitar el uso innecesario de fertilizantes.