En tiempos de aislamiento social, muchas industrias, como la agricultura, están alerta ante la inminente baja producción, y a que sus procesos automatizados corran peligro por la falta de supervisión humana en cada etapa productiva.
¿Cómo logramos que la tecnología sea útil cuando no podemos estar presentes en su labor? De acuerdo a Carlos González, Gerente Comercial de TrackitAgro -plataforma de monitoreo agrícola– antes del Covid-19, el mundo agrícola ya sabía de tecnología que le permitió estudiar aspectos importantes para una mejor producción, automatizar procesos y generar alertas inmediatas frente a algún riesgo en recursos o plagas, entre otros.
“La ayuda de la robótica y la conexión por medio de Internet revolucionó la agroindustria, la que continúa avanzando por medio de la Inteligencia Artificial, que permite hoy definir si un fruto está listo en tamaño, peso, color y otras características para llegar a la mesa”, agregó González.
No obstante, hoy es necesario que se encuentren nuevas formas de conexión en modalidad de teletrabajo. ¿Cómo observo la producción? ¿Cómo optimizo mi tiempo revisando múltiples plataformas? Pero todo esto desde casa. “Para estos nuevos desafíos, el monitoreo integral es la tendencia al dolor de la multiplicidad de datos que existen en el mundo agrícola. Satélites, drones, sensores, etc., recepcionan data clave para la gestión de cualquier contexto agrícola, pero no permiten su integración por sí sola, y para eso el monitoreo 360, que no añada solo nueva tecnología, sino que una todas estas fuentes de información de manera práctica y visible en cualquier momento y lugar, es lo que la nueva agricultura debe adoptar”, señaló el ejecutivo.
“El mundo de la innovación hoy ofrece a la industria agrícola una variada oferta en sistemas de monitoreo, sin embargo, la clave está en que estos se integren a tus procesos y aporten como una nueva herramienta de gestión de información y potencien la producción”, concluyó el profesional.
