La agricultura de precisión se ha posicionado durante los últimos años, al punto que el 85% de las granjas en USA ya la han implementado y se prevé que sea una de las tendencias más influyentes en el corto y mediano plazo, según el doctor Philip Owens, investigador del Centro de Investigación de Pequeñas Granjas Dale Bumpers.
El concepto ha existido desde la década de los 90, pero ha sido hasta los últimos años que se ha logrado implementar gracias al desarrollo tecnológico, la penetración del Internet, los sensores, la analítica de datos y otras nuevas tecnologías como el GPS.
¿Qué es la agricultura de precisión?
También conocida como agroprecisión, hace referencia, según la International Society of Precision Agriculture (ISPA) a:
“una estrategia de gestión que recoge, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales y los combina con otras informaciones para respaldar las decisiones de manejo de acuerdo con la variabilidad estimada, y así mejorar la eficiencia en el uso de recursos, la productividad, la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción agrícola”.
Se implementa mediante sensores para agricultura instalados en invernaderos, sistemas de navegación por satélite y plataformas de analítica que procesan la información. Así las cosas, podemos resumir el ciclo del agro de presición en las siguientes etapas:
- Adquisición de datos: mediante sensores estratégicamente colocados en el cultivo o en invernaderos. La idea es recopilar información de variables determinantes como humedad del suelo, conductividad eléctrica, luminosidad, radiación fotosintética, caudales de riego, etc.
- Análisis de datos: procesamos la data recopilada por los sensores para convertirla en conocimiento de valor, usando herramientas estadísticas, matemáticas y de analítica en general.
- Toma de decisiones: con fundamento en el conocimiento de valor obtenido, la experiencia en el sector y factores como el clima y tendencias meteorológicas, determinamos las acciones a que haya lugar en lo que respecta a rotación de cultivos, tiempos óptimos de siembra, riegos, manejo del suelo, control de plagas, etc., siempre pensando en la optimización de costos y el mínimo impacto ambiental.
- Monitorización del rendimiento: establecemos KPI que nos permitan medir y evaluar la producción, nuestras acciones y el rendimiento final en todo el ciclo del cultivo, con el fin de aprender nuestros errores y aciertos.
Ventajas de la agricultura de precisión
De este modo, las ventajas de la agricultura de precisión son vitales. Consideremos, por ejemplo, la posibilidad de implementar estrategias de Manejo Específico Localizado (del inglés Site-Specific Management), que consisten en ejecutar aplicaciones de insumos o labores agrícolas en función de las variabilidades y características específicas de las diferentes zonas que componen el cultivo. Es decir, en desarrollar la operación correcta en el lugar adecuado, en el momento preciso y de la manera más conveniente.
En esa línea, la agroprecisión nos permite disfrutar de beneficios específicos como:
- Incrementar la productividad del cultivo.
- Reducir los costos al gestionar de forma eficiente insumos y mano de obra.
- Identificación oportuna de problemas o amenazas para actuar preventivamente.
- Disminución del impacto ambiental del cultivo.
- Mejorar la calidad y salubridad de la cosecha.
- Aumento de la rentabilidad.
- Se reducen los márgenes de error.
Las ventajas de la agricultura de precisión son incuestionables y la posicionan como la mejor solución para lograr procesos de producción rentables, productivos y sostenibles, algo indispensable en el marco del cambio climático, la escasez de agua y la seguridad alimentaria.
Una gran solución al respecto es TrackitAgro, plataforma IoT que nos permite establecer un sistema de trazabilidad eficiente para nuestros cultivos, así como usar sensores para agricultura para recopilar, procesar y visualizar en tiempo real información de altísimo valor para la gestión.