El cultivo de banano corresponde al cuarto cultivo más importante del mundo, es un alimento básico en la dieta cotidiana de muchas personas y representa un ingreso importante para los países que lo exportan como Costa Rica, Guatemala y Ecuador, solo en el 2020 el último de estos tuvo un ingreso de 2 mil millones de dólares gracias a este producto.
La popularidad de este fruto no debe sorprendernos, después de todo, está presente durante todo el año y se puede encontrar en todo tipo de hogares gracias a su conveniencia y alto contenido de nutrientes beneficiosos para la salud humana como son el potasio, la fibra y la vitamina C.
En este sentido, comenzar a invertir en un cultivo de banano puede resultar muy ventajoso, por lo tanto, en las próximas líneas aprenderemos en qué clima se cultiva el bananoy cuáles son los pasos a seguir para plantar este fruto, asegurándonos de tener una cosecha productiva.
¿Cómo y dónde se cultiva el banano?
Suelo y nutrientes óptimos para los cultivos de banano
Es necesario que el suelo donde se cultiva el banano sea apropiado para su máximo rendimiento, este fruto tiende a crecer mejor en superficies planas y en ambientes tropicales, por lo que puede ser sembrado a la altura del mar o bien hasta 2000 metros de esta.
La composición del suelo debiese ser arcillosa y arenosa con un pH que puede variar de 6,5 a 7,5, puesto que esta planta tiene mejores posibilidades en un terreno que no es demasiado ácido ni alcalino. Así mismo, este debe ser un suelo fértil, húmedo, rico en componentes nitrogenados y que tenga buen drenaje.
Además, el manejo de los macro nutrientes del suelo (NPK) y la conductividad eléctrico de este es clave para su crecimiento. Recordemos que los nutrientes son esenciales para la transmisión y almacenamiento de la energía química, además de ayudar con el correcto desarrollo del fruto y a la diferenciación celular (es decir, para que crezcan bien formados), mientras que la conductividad eléctrica resulta particularmente importante en el banano, debido a que se planta en suelos profundos.
Por otro lado, las diferencias de suelo hacen que se generen distintas calidades dentro de una misma finca, por lo que es recomendable, con la ayuda de tecnología de precisión, un análisis simple para lograr una producción de calidad homogénea.
¿En qué clima se cultiva el banano?
Los cultivo de banano triunfan en climas cálidos que tengan un buen nivel de humedad, con una temperatura que oscile entre los 15 a 35 °C e idealmente, debe ser un entorno propenso a lluvias o que cuente con un sistema de riego automatizado, ya que necesita al rededor de 44 milímetros de agua semanales para crecer.
En términos de viento, el banano tiene mejores posibilidades si no se ve expuesto a ráfagas de alta velocidad, puesto que pueden dañar su tronco y romper sus hojas. Estas condiciones requieren que la siembra de banano se realice en un proceso bien gestionado, que pueda determinar las variables del ambiente donde queremos que crezca nuestro cultivo.
Considera que un buen manejo de los parámetros puede fácilmente incrementar la producción sobre un 20%.
¿Cómo sembrar el cultivo de banano?
Para sembrar el banano, primero debemos preparar el suelo, se tienen que hacer labores de arado que no lleguen a alterar demasiado la uniformidad del terreno y es importante abonar con nutrientes orgánicos. Luego, se deben cavar hoyos de acuerdo a nuestras necesidades de distribución y humedecerlos, cerciorándonos de que no queden charcos de agua en su interior.
A diferencia de otras plantas, el banano no se reproduce a través de semillas, por lo tanto, tenemos que conseguir vástagos o retoños provenientes de otra mata de bananos. Al momento de plantar, tenemos que posicionar las raíces al interior de los hoyos preparados y cubrir con tierra, dejando las hojas hacia afuera. Para finalizar, hay que asegurarnos de compactar muy bien la tierra para evitar hongos y terminamos el proceso regando ligeramente sobre la superficie.
Al igual que otros cultivos, el banano requiere de condiciones específicas para un desarrollo exitoso, por lo tanto, resulta conveniente monitorear su siembra y crecimiento, el cual demora alrededor de un año, con herramientas como las que ofrece TrackitAgro que nos ayudan a mantenernos actualizados sobre las condiciones de suelo, clima y luminosidad que necesitamos para cosechar nuestros frutos correctamente.